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Música 16/03/2013 · Juan Jo

Top 10 Marwan

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Uno de los mejores cantautores del panorama musical actual, en cuyos libretos la poesía alcanza la cima de la belleza. Su música es para escuchar en un entorno lo más relajado y aislado posible y de este modo degustar lentamente todo lo que dice y deleitarse en el cómo lo dice. En sus canciones hasta los versos sencillos son de "arte mayor", como de gran tamaño es el corazón que pone en todo lo que hace y que en sus conciertos bombea de tal forma que las emociones de los asistentes saltan de la pantalla del entusiasmo a las tablas de la ternura sin intermedio alguno. La combinación de las audiciones en directo con las más íntimas, es la forma perfecta para disfrutar de su música. Todo lo grande que lleva dentro se hace enorme cuando sube al escenario. Si tienen ocasión de verlo no se lo pierdan. Ahora, pasen y escuchen.

Marwan


1.Las cosas que no pude responder
En esta canción, que da nombre a su último disco, la parcela del amor está sembrada de interrogantes y, en cambio, entre los surcos no aparecen las respuestas, pues en el terreno del querer dos más dos nunca son cuatro y no porque la suma esté mal hecha, sino porque las emociones no entienden de operaciones aritméticas. En cuestiones de dos, cuando una herida cerrada se vuelve a abrir, el corazón se resiente y dice ¿qué pasa aquí? Y como nadie le responde, el deseo se hace el loco. Nunca unos signos de interrogación encerraron preguntas tan bellas y precisas sobre los decimales del amor.




2.París
En la balanza francesa que el autor utiliza para pesar el norte y el sur de sus inquietudes, uno de los platillos está lleno de fantasmas y el otro de esperanzas. La barra de cuyos extremos penden los platillos, antes de conseguir el equilibrio que anuncia el peso exacto, oscila entre el yin de los desvelos y el yang de las aspiraciones. Pero es el eje que sostiene el punto medio de la barra el que con su "escorpión de terciopelo y su alambrada en el cielo" encumbra la dualidad que abre y cierra la canción.




3.Adolescente
Las líneas de este pentagrama sostienen notas de imprudencia, insensatez, adolescencia, incomprensión y abandono, pero todo ello en clave de ilusión y en un compás cien por cien adolescente. Los espacios entre las líneas están llenos de esperanza y por la silueta de las figuras que aparecen colocadas en la vitrina musical, se adivina un tempo allegro en el que las buenas vibraciones le ponen sordina a los acordes desafinados de la vida. El secreto está en "romper los malos sueños".




4.Canción a mi padre
En canción a mi padre el afecto filial viaja de Palestina a Madrid en el tren de la gratitud. Lo que comienza siendo una odisea en el punto de origen se transforma en el lugar de destino en una emotiva peripecia humana de la que Marwan tiene mucho que decir. Y de hecho es lo que hace en el vagón paterno durante todo el trayecto. Su vena poética, asomada a la ventanilla, se oxigena de tal forma que los versos que circulan por las vías del cariño huelen a flor y a sonrisa. Ante ello, a la tristeza solo le queda dimitir. Y como el tema va de agradecimientos, el autor, antes de cruzar la frontera, aprovecha para hacerle un guiño a quien ha sido uno de sus referentes en el arte de interpretar musicalmente lo que antes se ha escrito.




5.Mi paracaídas
El protagonista de esta historia echa de menos a quien hasta hace poco era su partenaire. Siente miedo escénico cuando el apuntador que daba continuidad a su papel hace mutis por el foro. Esta circunstancia le hace preguntarse quién será la que a partir de ahora le dará pie para reanudar la representación y proseguir su gira por los escenarios de la vida. Aspira a alzar el telón de nuevo y necesita una compañera con quien recuperar la complicidad desvanecida. A fin de cuentas un cuento muy bien contado sobre el desamor.




6.Palabra por palabra
Banda sonora de un programa de igual título, que se emitía los sábados por la 2 de televisión española y en el que, como su nombre indica, se jugaba con las palabras con la doble finalidad de instruir y entretener. Y no otra cosa hace el letrista que jugar con las palabras con la sana intención de que las propuestas que las mismas contienen se hagan realidad y de esta forma el mundo sea más llevadero. ¡A quién no le gustaría que los lunes cayesen en domingo o que de mayor el nieto le lea un cuento para coger el sueño!. Partitura optimista en la que el director de orquesta endulza con azúcar los golpes amargos que le da la vida.




7.Dictadura de la primavera
No menos optimismo rezuma esta botella del recuerdo que el dueño ve medio llena y que una mayoría se inclina por ver medio vacía. Cuando termina una relación suele prevalecer el reproche sobre la alabanza, el tono azul oscuro casi negro sobre el color rosa y el olvido sobre la gratitud. Y precisamente por ello, celebramos esta visita a la sección de oportunidades del súper del amor sin pasar por el estante de los retales que deja tras de sí el traje de la convivencia. Luminosa evocación de los buenos momentos.




8.Mi columpio
Entre las candidatas a convertirse en himno a la madre, esta composición ha de figurar en un lugar muy destacado. En ella el amor y el cariño se balancean juntos en el columpio de la felicidad, que es la que siente el hijo al ver a su madre andar por casa. ¡Qué forma tan sencilla de definir la felicidad! Es difícil escuchar este canto a la madre sin que la piel se erice o los ojos se humedezcan. En esta hamaca doméstica, la ternura se mece en compañía de la brisa materna y del viento poético que sopla entre los resquicios de las estrofas.




9.Hablemos de mí
Este concierto privado toca a su fin y qué mejor que con una canción de corte muy festivo y, por tanto, muy adecuado para poner el broche de oro a esta gran velada. Una canción alegre, divertida, salteada de ternura y con un saludo de ironía. No estaría mal que algunas de sus líneas se perdieran entre las páginas de la Carta Magna; otras se colaran entre los versículos de la Biblia y todas se deslizaran entre las hojas en blanco del libro de la vida. Con tales aportaciones, los textos aludidos verían ennoblecida su misión.




10.Carta a un hijo posible
Teniendo en cuenta que una vez que finaliza el concierto, el artista invitado sale de nuevo al escenario a requerimiento insistente del público que grita: ¡otra!, ¡otra!, ¡otra!, una y otra vez, en esta ocasión Marwan se despide de todos nosotros con un poema de su libro "La triste historia de tu cuerpo sobre el mío". Como se puede apreciar, el manar poético del autor es de doble dirección y fluye por los canales de la música con la misma naturalidad que por las fuentes líricas de su pluma.

Te quiero preguntar hijo mío,
si quieres que te traiga al mundo.
Me parece de recibo plantearlo
porque aquí afuera corre la pólvora
y el desprecio encabeza las listas municipales
y tu padre es un cobarde del montón
que nunca ha plantado cara a su jefe
y se miente a sí mismo muchas veces.

A pesar de eso, también considero necesario
decirte que aquí hay flores y donantes anónimos
y que lo que no hice por mí lo haré seguro por ti,
que aquí hay amor y pan caliente
y también canciones de Serrat
y amigos que te invitan si escasea
y un dibujo animado llamado Messi
que hace sonreír a los pequeños.

No sé hijo mío, piénsatelo,
yo por si acaso te espero por aquí,
a vuelta de hoja de este poema.


Juan Jo
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