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TurismoOcio y Cultura 04/10/2013 · Juan Jo

Top 10 Instantáneas de Bratislava

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La sierra de los Pequeños Cárpatos airea las calles de esta ciudad centroeuropea que recita su pasado medieval en brazos del Danubio. Este río parece detenerse a su paso por la capital eslovaca, como si se viera contagiado por la serenidad que esta desprende. En Bratislava se puede disfrutar de la ópera, del teatro, de los museos y del resto del ocio igual que en las vecinas Viena o Budapest pero con la ventaja de hacerlo sin agobios y sin que el transporte tenga vela en este entierro, pues su pequeño tamaño permite recorrerla cómodamente a pie y sin prisas. Es una ciudad ideal para un fin de semana o para hacer turismo del bueno, pero de baja intensidad, durante un par de días.


1.Castillo
Ubicado en lo alto de una loma y a lomos del Danubio ve pasar el tiempo este castillo cuyas cuatro torres constituyen la tarjeta de presentación de Bratislava. Nada mejor que subirse a sus hombros para descubrir los matices que se esconden en la estampa urbana que yace a sus pies. Un paseo tranquilo por los jardines de este mirador nos permite seguir las huellas diseminadas por el centro histórico de la ciudad. Y como no solo del aire libre vive el turista, se puede aprovechar la estancia en la colina para deleitarse con alguna de las colecciones del Museo Nacional Eslovaco.




2.Catedral de San Martín
A la sombra del castillo resplandece la humildad de esta catedral que más bien parece una iglesia. El camino que baja por uno de los extremos de la fortaleza desemboca en este templo gótico, una de cuyas particularidades, si no la más destacable, es que fue testigo mudo de la coronación de más de un decena de reyes húngaros. Ensalza su figura el hermanamiento con la vida musical de la ciudad, habiendo retumbado en sus muros el Réquiem de Mozart y la Misa Solemne de Beethoven. La policromía que nos regalan las vidrieras irisa la escultura de San Martín a caballo que comparte su capa con un mendigo.




3.Antiguo Ayuntamiento
La unión de varias casas burguesas dio como resultado este complejo arquitectónico de diferentes épocas. Por un lado limita con la Plaza Mayor de Bratislava y por el otro con la Plaza del Palacio del Primado, comunicados ambos lados por un patio interior que atraviesa el edificio. En su aspecto exterior anida un conglomerado de colores que alcanza su máxima expresión en los tejados. A subrayar una bala de cañón incrustada en la pared, como prueba de la presencia de Napoleón por aquellas tierras, y una inscripción que informa del nivel de las aguas del río Danubio en una inundación. El antiguo Ayuntamiento acoge el Museo de la Ciudad de Bratislava.




4.Museo de la Farmacia
Instalado en lo que un día fue la farmacia "el cangrejo de río rojo", hace las delicias del boticario y de cualquier persona que albergue un mínimo extracto de curiosidad. Al primero le viene, nunca mejor dicho, como pedrada en ojo de boticario, pues a buen seguro que se sentirá como en casa al adentrarse en la memoria farmacéutica de Bratislava. El curioso, a su vez, comprobará que la combinación de porcelana, madera y cristal tiene un efecto balsámico y es una fórmula magistral para pasar un rato entretenido. En cualquier caso y teniendo en cuenta que, dada la reducida dimensión del recinto, la dosis de la visita es inocua, se convierte en un buen antídoto para resucitar los tiempos muertos.




5.Café Verne
Café sencillo que recrea el universo del escritor francés Julio Verne, de quien ha tomado su nombre. El mobiliario antiguo integrado por mesas redondas de madera, sillas acolchadas y sofás tapizados en rojo, así como los espejos y los cuadros, las estanterías con libros, las lámparas de pié con tulipa de tela, las paredes pintadas en distintos colores y un largo etcétera de elementos decorativos hacen de este rincón un lugar encantador. Está situado en el edificio de la Academia de Bellas Artes de Bratislava y es frecuentado por artistas, estudiantes y gentes de paso. Partiendo de que se come bien y por un precio asequible, sólo les puedo decir que ¡pasen que al fondo hay sitio!




6.Antiguo Edificio del Teatro Nacional Eslovaco
En la actualidad, este edificio de corte neo-renacentista es la sede de la Ópera de Bratislava y del Ballet del Teatro Nacional Eslovaco. En las hornacinas ovaladas de la fachada se yerguen los bustos de eximios artistas como Shakespeare, Goethe, Mozart y Liszt. También brilla con luz propia la diosa Thalía, musa del teatro e inspiradora de la comedia. Completa la mitología Ganímedes viajando en ave, en este caso un águila, hacia el Olimpo para ponerse a las órdenes de Zeus. Esta escena se representa en la fuente que adorna la entrada del teatro y junto con el edificio histórico solemnizan la plaza en la que están enclavados.




7.Palacio del Primado
Su frontispicio clasicista llama la atención por su color rosado. Antigua residencia del arzobispo cuyo sombrero, de considerable peso, puede divisarse en la cima del frontón, custodiado por varias esculturas que representan las virtudes. Está considerado como uno de los monumentos más bellos de la ciudad y de notable contenido histórico, pues en su distinguido salón de los espejos, Francia y Austria firmaron la paz de Presburgo a principios del siglo XIX, tras la batalla de Austerlitz. En el interior, una colección de piezas de tapicería inglesa y una fuente renacentista con San Jorge luchando con el dragón esperan al turista que sabe apreciar los pequeños detalles.




8.El Miranda
El casco antiguo de la ciudad está sembrado de llamativas esculturas que atraen la atención del viajero. El paparazzi, que apostado en una esquina simula estar fotografiando a un famoso; el soldado napoleónico, con los brazos cruzados sobre un banco de la Plaza Mayor; Schöner Náci, el bello Ignacio, que con su elegante frac y su sombrero de copa se convirtió en un popular personaje de la ciudad; o el Miranda de la foto que, haciendo un descanso en su trabajo, asoma por la alcantarilla para observar a todo el que pasa por allí. A su lado hay una señal con la leyenda "Men at work" –hombres trabajando–. Este mirón recibe su nombre del eslovaco "cumil" y que podría ser traducido como cotilla.




9.Iglesia Azul
La Iglesia de Santa Isabel de Hungría es conocida como la Iglesia Azul, azul envolvente diría yo, pues su tono se adhiere a la vista y no se despega, hasta el punto que cuando uno se aleja de su entorno no se resiste a mirar atrás para apurar su efecto sedante. Al llegar a casa, a mi colección de azules –celeste, atlántico, turquesa, mineral, marino, zafiro– añadí azul iglesia de Bratislava. Si su piel es azulada, por sus venas corre la sangre azul, con lo que este edificio, de estilo "art nouveau húngaro", azulea por los cuatro costados. A las afueras del casco antiguo, el cielo se junta con el mar en ceremonia religiosa.




10.Puerta de San Miguel
La puerta-torre de San Miguel es uno de los emblemas de Bratislava y desde su ático mira de tú a tú al castillo, con quien comparte pódium en los premios de honor al mejor símbolo de la ciudad. De camino a la parte más alta de la torre te encuentras con el museo de armas y, una vez arriba, una o más vueltas circulares te permiten detectar las distintas tonalidades de la capital eslovaca. Bajo la puerta, que divide la parte antigua y moderna de la ciudad, hay un punto cero que informa de la distancia entre Bratislava y varias capitales del mundo, entre las que figura Madrid con 1.865 kilómetros. Corona la cubierta de cobre de esta atalaya barroca una estatua del arcángel San Miguel.




Septiembre de 2013

Juan Jo

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