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Ocio y Cultura 19/11/2022 · Diego Fernández

10 extractos del libro '¿Vamos a la cama?' de Arturo González y Sergio Fernández “El monaguillo”

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"¿Quieres mejorar tu vida sexual y la de tu pareja? Nosotros tenemos la solución: ¡Cambia de pareja! O si no, cómprate este libro, en el que aprenderás cuáles son los juguetes sexuales más alucinantes, las distintas maneras de llamar a la "cuca" o al "pepe" y cómo dejar en ridículo el Kamasutra.
En definitiva, el mejor libro sobre sexo escrito por dos de las personas que menos sexo han practicado en la historia."


1. Extracto 1

Vale, tienes un dato: va venir un hermanito... ¿Pero cómo va a venir? Y aquí los padres tienen una respuesta ya mortal: 
—Lo trae la cigüeña. 
¿¿La cigüeña?? A ver... Que he tragado con el hombre del saco, he tolerado lo del ratón odontólogo que te cambia dientes por caramelos para que así se te caigan más dientes, y algunas veces, yendo con mi madre, cruzando un descampao, he visto a unos muchachos muy delgados y con chándal tiraos en el suelo, y cuando se han reído he pensado: «Qué mal han negociado estos con el ratón Pérez». 
Admites hasta lo de los tres señores mayores, esos vestidos de raperos millonarios, con anillacos y unos abrigos de pieles que vienen en Navidad.... Admites incluso que vengan de Oriente y no haya ninguno chino, porque piensas: «Aquí hay tantos chinos que allí deben ser todos como nosotros». 
¡Pero que una cigüeña traiga niños...! Eso ya se te hace cuesta arriba.

2. Extracto 2

La cigüeña es una opción para explicártelo, pero hay otra: «Vienen de París». ¡Acabáramos! Que es que vienen de París. Ahí ya te imaginas un polígono, con unas fábricas muy grandes donde hacen niños.... Ves perfectamente la línea de producción con bebés pasando por una cinta uno detrás de otro y un señor diciendo: «Este pito, este rajita... Este pito... Este armónica...».

3. Extracto 3

Pero aún quedan más explicaciones aterradoras: 
—¿Tú has visto a las abejitas cómo polinizan las flores? Pues papá hace lo mismo con mamá y así nacen los niños. 
Primero: no, no he visto a las abejitas polinizando las flores porque mi madre ve a una abejita y se convierte en la niña del exorcista, empieza a pegar saltos, a decir palabrotas y a decirle a mi padre: 
—¡¡Sácala de ahí, sácala de ahí!!

4. Extracto 4

Un día estás viendo Heidi, y en la escena de los títulos de crédito en el que sale balanceándose en un columpio, agachas la cabeza para verle las bragas. Ese día ya estás perdido. Ese día te vas a la habitación y llevas en el pantalón una sensación muy rara... Como si se te hubiera metido un ratón por la bragueta. Y comienza una etapa febril.

5. Extracto 5

Una vez que aprendes la mecánica de la manolilla —que no vamos a describir aquí porque seguro que la sabéis, que se os ve, guarretes— entras en un enganchón muy similar al que mucha gente tiene ahora con el Apalabrados... No piensas en otra cosa. Aprovechas cualquier ratito muerto para «echar una partidita», en cuanto puedes te metes en tu cuarto, cierras la puerta... ¡y a echar la tarde!

6. Extracto 6

Mis primeros recuerdos con las revistas X me llevan al colegio. Existía un contrabando, y hasta un negocio, muy grande alrededor de las revistas porno. Pero no solo con ese tipo de revistas: incluso el catálogo del Venca era todo un delicatessen para nosotros. Había dos páginas solo de mujeres en sujetador, pero sin cabeza, o sea, que solo veías el busto.

7. Extracto 7

No era buena idea ocultar las revistas en la parte de arriba de los armarios, porque allí ya guardaba tu padre sus películas. Había que buscar alternativas como debajo del colchón, en la mitad de un buen montón de cómics, o lo que se hacía habitualmente..., disfrutar de ella un par de días y comenzar el contrabando en el cole para que no te la pillaran en casa. 
Cuando tu madre te descubría una de estas revistas, la mejor excusa era decir: 
—Se la estoy guardando a un amigo. 
Y ella pensaba: «Este niño es tonto». Porque hay un día en que te das cuenta de que tu madre sabe dónde está todo en casa: sabe dónde están las revistas, dónde están los cigarros sueltos, dónde están los calendarios de Samantha Fox... Tu madre es Rastreator.

8. Extracto 8

Los vídeos comunitarios nos dieron la oportunidad de grabar nuestras primeras películas en Beta y VHS; luego llegaría Canal Plus, con la película codificada, que aquí sí que estuvimos a punto de quedarnos ciegos. Existían diferentes fórmulas para poder verla: achinando los ojos, cambiando el contraste del televisor o dejando la mirada fija en un sitio. 
Ninguna de los anteriores métodos funcionaba, la única opción era que tus padres se dieran de alta en Canal Plus. Existía una leyenda urbana que decía que algunos la veían bien durante unos minutos, el tiempo justo de darse un golpecito. Evidentemente, tampoco nos creemos esta leyenda, más bien esos minutos eran fruto de su imaginación y, sobre todo, del delirio lisérgico de mirar a una pantalla codificada durante tanto tiempo.

9. Extracto 9

Hace años, la frontera entre tener pareja y no tenerla era más clara porque se pedía para salir. Después de unas cuantas salidas al cine, unos cuantos paseos comiendo castañas asadas por la calle, muerto de frío, unos cuantos cafés, un día, seguramente nervioso de tanto café le decías a la muchacha: 
—¿Quieres salir conmigo? 
Ella te decía que sí, os dabais un beso y ahí había un acuerdo, un contrato verbal, y una constatación... A partir de ese momento podías decir que tenías novia. 
Ahora la cosa es más confusa, de hecho, ahora se hace al revés: te enrollas un par de veces, empiezas a quedar para ir al cine y el día que te ves con ella comiendo castañas con los dedos como varitas de merluza te dice: 
—Yo creo que debemos ser pareja...

10. Extracto 10

Tu vida cambia completamente desde que tienes novia. Antes los fines de semana no había nada que hacer, ahora todos los domingos a la hora de la siesta siempre hay un armario que cambiar de sitio. Además, la tía lo tiene claro desde el martes... Y te lo va anunciando cada día más o menos a la misma hora, como si hubieras programado el calendario del iPhone «Piii... El sábado ordenamos el armario.... Piii Este sábado no hagas planes que está lo del armario... Piii Hay que ver cómo está el armario...».

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