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Ocio y Cultura 18/10/2023 · Diego Fernández

10 extractos del libro 'Yo fui a EGB 2' de Javier Ikaz y Jorge Díaz

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"El segundo volumen del fenómeno de internet que arrasa en redes sociales y librerías. Más nostalgia, más recuerdos, más ilustraciones y más sorpresas en esta segunda parte del libro de no ficción más vendido del momento.
De la colonia Chispas a Arconada, del betamax al Spectrum, del bote de Pralin al primo de Zumosol, de AC/DC a Hombres G, del conejito de Duracell a Mr. Proper, de Candy Candy alUn dos tres..., el fenómeno que nos ha trasladado a la mejor época de nuestra vida regresa ahora con más recuerdos, más ilustraciones y más sorpresas.
Después de que Jorge y Javi, los creadores de Yo fui a EGB, auparan la «egbmanía» al puesto más alto de ventas y convirtieran el libro en el más vendido del año, ahora vuelven a acompañarnos en un viaje por todo aquello que hizo que los 70, los 80 y los 90 permanezcan todavía en nuestro recuerdo. Sobresaliente para un fenómeno único que, revolucionando las redes sociales con sus 800.000 seguidores en Facebook y su blog, no acepta imitaciones y merece la matrícula de honor.
Desde el Cococrash, la Nancy, los marcianitos, Mimosín, el Exin Castillos, las colecciones de cromos, el TENTE hasta el gotelé, Tino Casal o los Fraggle, el nuevo libro de Yo fui a EGB viene cargado de novedades en torno a la música, el cine, la televisión, la comida, el deporte, la tecnología, el mobiliario o las fiestas. Más rico en anécdotas, curiosidades y fotografías, si tú también fuiste a EGB, ¿a qué esperas para volver a clase?"


Portada del libro 'Yo fui a EGB 2'

1. Extracto 1

Frases de los mayores que odiábamos:
Como vaya, cobras. (Amenaza efectiva que nos dejaba paralizados.) 
Como lo encuentre yo… (Y siempre lo encontraban.) 
Te voy a dar para que llores con razón. (Aquí hay un toque sádico por parte de nuestros mayores.) 
Ya verás cuando llegue tu padre… (Pobres padres, convertidos en ogros sin comerlo ni beberlo.) 
Si te dan la paga, no la cojas. (Algo absurdo y cruel; la de dinero que podíamos haber tenido…) 
Te vas a enterar de lo que vale un peine. (Una amenaza sin mucha credibilidad.) 
¡Porque lo digo yo! (Eso es una clase magistral de razonamiento.) 
Cuando tengas mi edad…(Cuando empezaban así…) 
¿Te crees que soy el Banco de España? (Pidieses lo que pidieses.) 
Ni moto ni mota. (Pidieses lo que pidieses, solo tenían que cambiarlo de género.) 
Cuando seas padre comerás huevos. (No comment.) 
Pues fulanito las ha aprobado todas. (Siempre comparándonos con los mejores.) 
He dicho que a las diez. (Nunca colaba lo de que a los amigos les dejaban más tarde.) 
Ya verás cuando lleguemos a casa. (Auténtico pavor al oírlo.) 
Y si se tira por un puente ¿tú también lo haces?

2. Extracto 2

BARRILETE:
Además del policía de Verano Azul, al que los niños llamaban «Telerriba» cuando les dio por hablar al revés, Barrilete era un caramelo masticable de fresa y nata totalmente adictivo cuyo sabor jamás olvidaremos, como no olvidaremos aquella vez que nos tocó uno duro como una piedra.

3. Extracto 3

RATONES V: 
Solo con esta gominola en forma de ratón y comerla sujetándola del rabo a lo Diana en V se podría resumir toda la EGB. El alimento de los Visitantes.

4. Extracto 4

Instrucciones para comer una caja de galletas surtidas:
1- Puedes tocar la caja, olerla, pero el plástico que la protege se abre únicamente cuando tenemos invitados en casa. 
2- Primero atacas las de chocolate, después las que vienen envueltas en papel, los barquillos y los bocaditos de limón. Siempre en ese orden porque son las primeras que vuelan. 
3- Sabes perfectamente qué dos galletas se quedarán solas en la caja —nadie puede con ellas—, pero el requisito para abrir el piso de abajo es terminar la bandeja superior. 
4- Se van las visitas y la caja se guarda con esas dos galletas cuyo destino es acabar revenidas y mojadas en un tazón de leche un día que estés muy desesperado. 
5- Vuelves a tocar la caja, a olerla y ahora ya no puedes resistirte a hacer un pequeño agujero en el plástico del piso de abajo y coger una galleta, removiendo las otras para tapar el hueco como si allí no hubiera pasado nada. 
6- Has abierto la veda: un día cae una, al día siguiente otra… y para cuando quieres darte cuenta descubres que solo quedan las dos galletas gemelas del piso de arriba. 
7- Reza para que no venga nadie de visita y a tu madre le dé por sacar la caja de galletas que ahora es de todo menos surtida.

5. Extracto 5

Con solo dos canales de televisión y sin mando a distancia (recuerda que eras tú el que hacía su función, levantándote para cambiar de canal), no sabíamos qué era hacer zapping y tampoco nos importaba porque, en el fondo, nos encantaba tragarnos los anuncios.

6. Extracto 6

LA ARMÓNICA DEL AFILADOR: 
Al igual que la que hacía sonar el afilador cuando venía con su moto al patio de casa, nosotros tuvimos una armónica con la que repetíamos una y otra vez (para horror de nuestros padres) ese sonidito a base de soplar de izquierda a derecha y de derecha a izquierda. Porque a nadie se le ocurrió sacar otra melodía… ¿verdad?

7. Extracto 7

LOS SOBRES DE MONTA-MAN Y MONTAPLEX: 
Estos sobres nos transportaban a mil y un aventuras, low cost eso sí. Los había de muchas temáticas, desde guerras o indios y vaqueros a carreras de coches, pasando por bomberos y policías. Los Montaplex eran figuritas pequeñas unidas por una tira de plástico, mientras que en los Monta-man solo venía un personaje y un objeto para montar, por lo general un coche o algo sobre ruedas.

8. Extracto 8

Integrado en la librería o en el mueble de la tele, pero siempre bien al alcance de los niños, se encontraba el mueble bar al que acudíamos continuamente para mirarnos en el espejo que tenía para que pareciera que había más botellas, mientras nos empapábamos de aquel olor a alcohol. En su diminuto espacio había lugar para las copas de coñac de colores que solo se sacaban en Navidad (en una de ellas estaban las velas usadas de los cumpleaños), para la baraja de cartas, el palillero y esas botellas que llevaban allí toda la vida como la de anís El Mono, el vino Sansón, la de Cointreau, con su tapón completamente pegado por el azúcar, y la verde de Peppermint, que si no le gustaba a nadie ¿por qué estaba en todas las casas?

9. Extracto 9

Barco pirata de los Clicks: 
Está claro que nos gustaban las cajas grandes, y la de este barco pirata era enorme. Seguro que aún recuerdas aquel día que se te ocurrió meterte con él en la bañera. ¡Al abordaje!

10. Extracto 10

Videoconsola Atari: 
Lo de poder jugar en nuestra propia casa a todas las máquinas de los recreativos y sin tener que echar monedas nos parecía de ciencia ficción, por lo que desde la llegada de los primeros videojuegos siempre incluíamos una videoconsola Atari por si las moscas, sabiendo que no caería y que no nos libraríamos del «Insert Coin».

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